Las imágenes son sólo de referencia. El color real puede variar ligeramente según los ajustes de la pantalla y las condiciones de iluminación del mundo real.
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Partimos de una idea muy clara para SILQ: queríamos crear una silla que fuera sencilla, más orgánica que mecánica – una silla que funcionara intuitivamente e invitara al cuerpo humano a participar en la experiencia.
Para conseguirlo traspasamos las fronteras de la ciencia de los materiales. Experimentando con la fibra de carbono nos llegó la inspiración. Supuso una innovación sin precedentes en nuestro proceso de desarrollo con materiales que plasma las cualidades de la fibra de carbono, permitiéndonos cumplir con nuestra aspiración a gran escala.